Aquí encontré amigos que se sienten como familia
Antes de venir a Kadima, pasaba mucho tiempo solo. No sabía cómo acercarme a las personas ni cómo expresar lo que sentía. Pero aquí las cosas cambiaron. Desde el primer día me hablaron con amabilidad, me invitaron a participar y me hicieron sentir parte del grupo.
Lo que más me gusta es que todos aquí nos apoyamos. Cuando alguien tiene un logro, lo celebramos. Cuando alguien necesita ayuda, estamos ahí. Me gusta venir porque siempre hay algo divertido o interesante por hacer: talleres, ejercicios, actividades, pláticas o simplemente convivir.
Amigos que se sienten como familia
He hecho amigos verdaderos, amigos que me escuchan, que se ríen conmigo y que me animan cuando lo necesito. Estoy aprendiendo a ser más independiente y a confiar más en mí. Kadima me dio un lugar donde puedo crecer, sentirme seguro y ser yo mismo… y eso vale muchísimo para mí.
Todas las categorías
Entradas recientes
Encontramos un lugar donde mi hijo puede ser él mismo
Aquí aprendí que puedo más de lo que imaginaba
Ser voluntario cambió mi forma de ver la vida
